Pokémon MM: El Viaje en el Tiempo/Prólogo

El viento soplaba fuerte y la brisa nocturna zarandeaba los árboles, el otoño ya se había ido y el invierno había llegado a la Aldea Zernir.

Akane era una Riolu de nueve años. Vivía con su madre, su padre y su hermanito menor. Sus padres peleaban continuamente pero ella simplemente lo ignoraba, sus días eran siempre iguales, grises y monótonos.

Ella era una chica alegre, no tenía muchos amigos en su colegio pero era muy social a esa edad, hasta que todo ocurrió cambiando su vida drásticamente.

Aquél día había llovido, y Akane regresa de su escuela junto a su amiga Miina.

Bueno, yo me voy por este camino, nos vemos mañana Akane.

Akane llegó su casa y abrió lentamente la puerta.

¡Ya estoy en cas-

Su garganta se quedó seca y sus pupilas se dilataron. Estaba viendo una escena que quedaría marcada en su frágil memoria para siempre.

Su padre, un Lucario, estaba apuñalando a su madre, Urara una Zoroark. Su cuerpo empezó a temblar y ella se estaba mareando. Las lágrimas orrían por sus mejillas y los ojos de su padre se fijaron en su rostro.

Akane temblaba de puro terror mientras él se acercaba, cogió un pequeño cuchillo que tenía en la mochila y mientras temblaba intentaba retroceder hacia atrás.

Una voz resonó en su mente.

<<Lucha, lucha, no tengas miedo...>>

Aquella voz le sonaba tremendamente familiar y placentera, como un sueño. Entonces su cuerpo dejó de temblar y sus pupilas se hicieron pequeñas.

Miró con precisión una ruta de escape y salió corriendo sin mirar atrás.

~ O ~

En un lugar para nacer,

y en el mismo para morir.

Era un día caluroso, Akane miraba el cielo desde el césped de un patio de una casa no muy grande. La Cyndaquil se acercaba con unas bebidas. Después del incidente con su padre ella se refugió en casa de Miina, su mejor amiga.

Verás Akane.. no puedes quedarte aquí para siempre...

Akane suspiró, ella lo sabía, pero aún así no sabía que debía hacer.

Miina, aún me queda un trabajo por resolver...

Akane se levantó y entró en la casa, había algo que le quedaba pendiente, algo importante.

Continuará.