Copos de Nieve I/Capítulo 3

El pokémon esbozaba una sonrisa pícara, mientras observaba su alrededor. Aquél mundo le resultaba muy intrigante ya que nunca había estado allí.

Estaba rodeado de varios espejos, cada uno señalaba una foto de varias personas, las observó por un instante y tocó una con la fotografía de una Mudkip Shiny.

Bien, tengo muchas cosas por hacer..

Su cuerpo instantáneamente fue absorbido por el espejo en cuanto lo tocó.

¿Qué trama aquél extraño?

「†††」

Según las pistas que tenían en aquella nota encontrada en el bosque de la aldea, pusieron rumbo a Ciudad Lian, la ciudad más conocida de toda la región. Allí todos los mercaderes montaban sus tiendas y puestos de múltiples cosas intentando ganar algo de dinero.

La pobreza fue algo que abundó, y todavía abunda, por la región de Lixue. Había miles de familiar pobres por toda la región, las más ricas vivían en Ciudad Lian y Aldea Shinju. Que eran los lugar más modernizados y importantes.

Los cinco bajaron del tren con el que habían llegado a la ciudad.

¡Vaya, está lleno de tiendas!

¿Nunca has venido a esta ciudad?

La Kirlia asombrada por el lugar ignoró la pregunta del Mightyena, éste suspiró.

En fin, no hemos venido aquí para comprar cosas, tenemos que encontrarnos con los reyes cuanto antes.

¿L-los reyes? —dijo sorprendida.

El Grovyle asintió sin decir nada y se hizo camino entre la multitud de gente que había allí. El resto le seguía intentando seguir su paso.

Los minutos pasaban volando en aquél momento hasta que se Sora se detuvo en seco.

Bien, hemos llegado.

Todos miraron con adulación el castillo que tenían frente a sus ojos. Una gran alfombra roja, pilares de mármol, estatuas de pokémon nunca antes vistos. Todo era una novedad para sus ojos.

Caminaron por la alfombra roja con detalles dorados añadidos en los laterales. Frente a ellos se situaba una gran puerta.

Los guardias abrían la puerta y podían observar a los dos reyes sentados en los tronos.

Todos pasaron, asombrados, también, por el decorado extravagante y refinado. Los reyes se pusieron en pie y todos hicieron una reverencia.

S-su majestado venimos a-

Grovyle no la dejó terminar la frase y terminó de hablar él en su lugar. La chimchar frunció el ceño y bufó.

Venimos a hablar con Su majestad, sobre los problemas acontecidos acerca de la nieve de Aldea Azúfre y varios datos extraños que hemos conseguido.

Está bien.—asintió con la cabeza y ordenó a uno de sus guardias a llevarlos a la sala de ordenadores.

Avanzaron a un paso rápido por los pasillos del enorme castillo hasta que llegaron a una sala llena de cables, maquinaria pesada y muchísimos ordenadores. Aquella sala debería de valer un pastón, ya que ese tipo de materiales no se consiguen fácilmente por la región.

El Rey Firion se sentó sobre una silla en la que detrás suya habían varias pantallas pero una más grande que el resto.

Sé bastante sobre el tema, varios espías míos han estado investigando el caso, por lo que por eso os dejé entrar en esta sala.—dijo mientras se daba la vuelta y tecleaba unas cosas incomprensibles en un objeto que ellos desconocían.— supongo que no sabréis nada sobre esta habitación y este tipo de máquinas, pero me han ayudado a investigar un poco más, me sería de mucha ayuda que me explicaseis todo.

El Flygon seguía tecleando mientras las pantallas se iban encendiendo una a una.

Sora suspiró un momento y comenzó a explicarle la situación al rey, con esto conseguirían un aliado y quizás mucha más información de la que ellos podían conseguir por su propia cuenta.

La verdad es que también hay otro dato importante...—intervino en la conversación el Zorua.— Hikari y Toru, después de un extraño sueño tenían en sus manos un objeto, o más bien un amuleto singular.

Exacto.—dijo mientras le mostraba su amuleto.

Hikari hizo lo mismo que Toru, y el otro dato es que los amuletos eran diferentes y de un material insólito.

Nunca había visto este tipo de material.—dijo asombrado por los amuletos.

Todavía no conocemos su procedencia...¿A qué debe de estar enlazado?

Todos suspiraron por la falta de información, aquél dato podría ser la clave de lo que necesitarían para obtener alguna otra pista.

La Reina Aeria entró en la sala.

Yo conozco a una persona que quizá os pueda ayudar...

Dijo la Altaria, y de su bolso sacó la foto de una Mudkip shiny, su nombre era Naira, Naira Senkrad.

「†††」

La noche era oscura, y llena de luciérnagas que revoloteaban entre la oscuridad. La Mudkip Shiny miraba por la ventana y sacó un colgante de material extraño con una forma de gota de agua.

Lo miró por un rato y lo volvió a guardar en su pequeña bolsa.

Me pregunto para qué servirá..

La chica suspiró y cerró los ojos lentamente.